El LIBERALISMO, doctrina política de origen europeo, alcanzó una amplia difusión en la clase dirigente chilena. En esencia, sostenía el principio de la libertad individual frente al Estado y la imposición de la razón por sobre las creencias religiosas. En la práctica, la acción del liberalismo se concentró en la reforma a la Constitución de 1833, lo que permitió fortalecer el poder del Congreso en desmedro del Ejecutivo; y en asuntos religiosos, pretendió ganar terreno frente al catolicismo en los aspectos que éste se relacionaba con alguna función del Estado o de gran poder sobre la sociedad civil, a esta postura se le llamó Laicismo.
También, durante esta etapa los partidos políticos consolidaron su existencia, con programas y estructuras permanentes, a su vez, las alianzas y combinaciones de partidos adquirieron una mayor definición y acabada formalidad.
Los presidentes del período fueron:
- José Joaquín Pérez Mascayano (1861-1871)
- Federico Errázuriz Zañartu (1871-1876)
- Aníbal Pinto Garmendia (1876-1881)
- Domingo Santa María González (1881-1886)
- José Manuel Balmaceda Fernández (1886-1891)
En otro aspecto, el desarrollo económico se verá fortalecido con el ritmo ascendente de la minería (cobre) y las ingentes entradas proporcionadas por la industria salitrera. A su vez, la agricultura, reforzada con los trabajos de los colonos alemanes en la región de Los Lagos y la incorporación de la extensa zona de La Frontera, tendrá una efectiva presencia en 1a producción nacional. Los medios de comunicación, ferrocarriles y carreteras, facilitaron el intercambio comercial.
La aristocracia terrateniente compartirá su influencia con un nuevo grupo social, como consecuencia de las actividades mineras, industriales, comerciales y bancarias: LA BURGUESIA.
Junto a la colonización interna y el reajuste de fronteras, se aprecia el surtimiento de nuevas capas sociales; de cambios sociales, y la madurez de la creación artística y literaria.
En el orden internacional el país debió afrontar el desafío de dos guerras. La primer a con España y la segunda con Bolivia y Perú y al mismo tiempo los primeros conflictos de límites con Argentina. Las consecuencias de la guerra del Pacífico darán un nuevo rostro al país.